Ruta del Císter
Visita a los tres principales monasterios de la orden del Cister en Catalunya: Poblet, Santes Creus y Vallbona de les Monges, que definen La Ruta del Cister mas extraordinaria de Europa.
Cerca de Montblanc se encuentra el Monasterio de Poblet, fundado en el 1150, de estilo básicamente gótico y románico, con algunos detalles barrocos. Desde el exterior son imponentes las piedras de color dorado que le dan aspecto de fortaleza. Tiene el mayor cenobio habitado de Europa, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Cuenta con diferentes dependencias dignas de visitar, como el palacio del Abad, la sala capitular, el claustro, El Palacio Real o los jardines, sin olvidar la iglesia con las tumbas reales de la Corona de Aragón, entre la que destaca la de Jaume I el Conquistador.
Santes Creus es uno de los monasterios mejor conservados donde podremos admirar vidrieras góticas, un retablo barroco, la sala capitular entre otros. La Iglesia, iniciada en 1174 y abierta al culto en 1211, cuando aún estaba inacabada, sigue el "plan bernardino", con planta de cruz latina y cinco capillas abisales cuadradas; la nave central se cubre con bóveda de crucería y sus arcos torales descansan a medio muro sobre modillones acanalados de formas muy simples y elegante.
El monasterio de Santa María de Vallbona, el más importante de la rama femenina cisterciense en Cataluña, con una continuidad de vida religiosa de más de ocho siglos, se encuentra en la parte meridional de la comarca del Urgell, en la baja Segarra y cerca de la "Conca de Barberà", en tierras de la archidiócesis de Tarragona desde su formación, hecho que lo vincula aún más a los monasterios hermanos de Poblet y de Santes Creus.El conjunto arquitectónico, construido y reformado en épocas muy diversas, posee una grandeza y suntuosidad que lo diferencian de la mayoría de los monasterios cistercienses femeninos. La Iglesia abacial, construida en gran parte en los siglos XIII y XIV, es un buen ejemplo de estilo de transición del románico al gótico. La planta es de cruz latina, de una sola nave muy alargada, con tres ábsides rectangulares a levante -con ornamentación escultórica de tipo burlesco de principios del siglo XIII-, que se abren en el crucero.